viernes, 10 de junio de 2011

LA LUCHA ALIMENTA LA ESPERANZA


Desde hace un largo tiempo venimos asistiendo a un proceso de degradación de la Obra Social en su conjunto, que se precipita en estos últimos meses, repercute en las prestaciones, e incide directamente en la seguridad de nuestros puestos de trabajo.



El denodado esfuerzo puesto en las jornadas de lucha llevadas a cabo por los trabajadores, demuestra nuestra profunda preocupación por el futuro y la calidad de nuestras condiciones laborales. Nunca a nuestros legítimos reclamos los hemos planteado desconectándolos de la realidad institucional. Porque mientras no obtengamos una confirmación fehaciente y concreta de una salida perdurable en el tiempo, nuestras conquistas estarán signadas por el techo que nos marque los dramáticos límites de la crisis. Se sabe claramente que nuestros salarios están desfasados en relación a lo que perciben otros trabajadores, esto es grave e injusto. El aumento otorgado recientemente está lejos de lo que con total justicia reclamamos, sin embargo hay quienes lo justifican por la crisis imperante. Lo cierto, es que con o sin crisis institucional, nuestro poder adquisitivo es paupérrimo.
Como trabajadores no podemos desentendernos de una realidad que aunque pesada es nuestra. De la misma manera que no podemos sentirnos satisfechos al primer espejismo que muestre ni un mínimo indicio de normalización y esperar que por generación espontánea se solucionen la parva de dificultades. Esta Obra Social hace rato que está condenada, solo la lucha de sus trabajadores la mantiene en pie. Hemos parado, cortado calles y marchado, dejando claramente establecido que no estamos dispuestos a retroceder un ápice en la defensa de nuestra fuente de trabajo, de nuestra dignidad de trabajadores y del derecho a la salud de nuestros afiliados. Detener la lucha significa desconectarle el oxígeno a este cuerpo que respira gracias al aire que le inyectan sus trabajadores. Y significa condenarnos a que nuestro futuro lo decida una mesa de negociación ajena a nuestros intereses. Seguiremos luchando hasta que aparezca la decisión política que viabilice una salida cierta y termine con los parches circunstanciales.
Es por eso que de una vez y para siempre exigimos:

  • Una definitiva normalización de OSBA en forma inmediata.
  • Un futuro de certezas con pleno empleo para los 1700 trabajadores.
  • Salarios justos que estén a la altura de un poder adquisitivo acorde a los tiempos que se viven.
  • Implementación de una mesa de discusión salarial.
  • Cobrar en tiempo y forma de acuerdo a lo que establece la ley.
  • Insumos suficientes para terminar con las derivaciones garantizando la vigencia absoluta de los servicios propios.
  • Garantizar las prestaciones en todo el País.-

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