Para que una institución sea condenada a la ruina, basta con sembrar miedo y confusión. En OSBA, al miedo se lo tratan de imponer a sus trabajadores, implementando traslados compulsivos, reprimiendo los reclamos justos, castigando arbitraria e improcedentemente, realizando aprietes de todo tipo y nivel, incumpliendo el principio de igual trabajo igual salario, etc. La confusión deviene como consecuencia, y se manifiesta claramente ante la ausencia de una política de recursos humanos, la falta de iniciativa y coherencia en momentos de emergencia, la desnaturalización del diálogo como herramienta de reconstrucción, y fundamentalmente ante la pérdida del Convenio de Trabajo que nos diera precisiones sobre todas las condiciones laborales (deberes y funciones, vacaciones, salarios, adicionales, etc.).
Esta condena que pesa sobre OSBA, parece tomar un ritmo virulento a partir de la caída de la exministra Ocaña, y en vísperas de las elecciones nacionales del gremio bancario, Paula Aballay actúa mostrando la prepotencia de aquellos que se ponen a la defensiva y se sienten fuertemente sospechados, descargando con saña el maltrato sobre los que trabajan, sin embargo, no todo es producto del azar, ni surgido de la locura que lleva incorporada, esta necesidad de meter más miedo y confusión, bien podría ser la preparación del terreno, para justificar una serie de privatizaciones, con la posible implementación de achique de personal (jubilaciones precipitadas, despidos encubiertos, etc.).
Ante este panorama debemos ser contundentes: nuestro accionar apunta decididamente contra aquellos que lucran irresponsablemente con la crisis de OSBA, poniendo en serio riesgo nuestros puestos de trabajo. La defensa de las fuentes laborales, es la obligación impostergable que debe asumir el conjunto de los trabajadores, sin excepción ni claudicaciones.
A lo largo de su historia, el movimiento obrero alcanzó sus conquistas sociales a partir que los trabajadores asumieron el compromiso de desarrollar una participación activa, convirtiéndose en el verdadero sujeto que propicia el cambio, de lo contrario nada se hubiera conseguido.
En UTOSBA tenemos claro este último concepto, y hemos emprendido un camino que no tiene retorno, entendemos que la efectiva organización sindical, es aquella que es capaz de llegar a todos los compañeros, dándole la organicidad necesaria, y dejando en cada sector, al delegado de base que los propios compañeros elijan, éste será el referente que trasmitirá las inquietudes, propuestas y necesidades de sus representados, y será el que garantizará la coherencia y la efectividad en la lucha.
Estamos viviendo tiempos difíciles producto del miedo y la confusión que la administración deliberadamente ha sembrado. Seremos los trabajadores, los que superaremos esta crisis, oponiéndonos a las injusticias y defendiendo nuestros legítimos derechos. Es esa, la actitud que hay que tener para salvaguardar a nuestro lugar de trabajo.
COMISIÓN DIRECTIVA PROVISORIA DE UTOSBA
(Unión de Trabajadores de OSBA)
utosba@ gmail.com
